Lo que ya sabemos sobre los efectos del ejercicio en pacientes con fibromialgia

Sintesis de varias revisiones sistemáticas

El propósito de la revisión era analizar la evidencia sobre los efectos del ejercicio físico en pacientes con fibromialgia (FM) y evaluar las características de los estudios publicados, especialmente la calidad de la evidencia, a través de una revisión en paraguas. Solo se seleccionaron revisiones sistemáticas que investigaban los efectos de cualquier tipo de ejercicio físico en pacientes con síndrome de FM. Treinta y siete revisiones sistemáticas (total = 477) cumplieron con los criterios, pues la mayoría de los estudios se clasificaron como de baja o moderada calidad. La mayoría de las revisiones investigaron los efectos del ejercicio aeróbico y el entrenamiento de fuerza. No se informaron eventos adversos graves. Los mayores efectos del ejercicio se observaron en términos de mejora en la intensidad del dolor y la calidad de vida. Por lo tanto, el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de fuerza son programas efectivos para el tratamiento de la FM. Al resumir los hallazgos y grados de efecto de los estudios revisados, observamos que la evidencia de mejora en el nivel de dolor y calidad de vida fue la más sólida. Los resultados tienen el potencial de influir en la práctica basada en evidencia. Los estudios futuros deben analizar los efectos a largo plazo del ejercicio.

Ejercicio aeróbico

El ejercicio aeróbico ha sido ampliamente investigado y se ha encontrado que tiene efectos beneficiosos en pacientes con fibromialgia. Varios estudios han analizado los efectos del ejercicio aeróbico, principalmente en términos de calidad de vida, intensidad del dolor, fatiga y función física. Algunos estudios han encontrado resultados positivos, mientras que otros han mostrado heterogeneidad en los resultados. A pesar de las diferencias en los hallazgos, se ha sugerido que el ejercicio aeróbico puede reducir la intensidad del dolor, mejorar la función física y la calidad de vida de los pacientes. Además, se ha observado que el ejercicio aeróbico es bien tolerado por los pacientes y presenta pocos efectos adversos. Sin embargo, se necesita más investigación para analizar los efectos a largo plazo del ejercicio aeróbico en pacientes con fibromialgia. Además, se ha señalado la importancia de mejorar la adherencia de los pacientes a los programas de ejercicio aeróbico, especialmente mediante la recomendación médica y la combinación con otras actividades físicas.

Entrenamiento de fuerza

El entrenamiento de fuerza fue el segundo tipo de ejercicio físico más investigado en relación con la fibromialgia. Se encontraron evidencias de que el entrenamiento de fuerza probablemente mejora la capacidad de los pacientes para realizar actividades normales después de 16 a 21 semanas. Se observó una mejoría en el dolor, la sensibilidad, la fatiga y la fuerza muscular después de 21 semanas. Al compararlo con el ejercicio aeróbico, se encontró que el entrenamiento de fuerza era más efectivo para mejorar los puntos sensibles. Se destacó que el entrenamiento de fuerza y el estiramiento aún son escasamente investigados. En general, los estudios mostraron numerosos beneficios del entrenamiento de resistencia, incluyendo la reducción del dolor, la fatiga, los puntos sensibles, la depresión y la ansiedad, así como la mejora en la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes. Además, se informó que la adherencia de los pacientes a la intervención fue alta en los estudios incluidos, lo cual es positivo considerando que la mayoría de la población tenía un bajo nivel de ejercicio físico.

Ejercicio acuático

Tres revisiones analizaron los efectos del ejercicio acuático en pacientes con fibromialgia. Se encontraron resultados positivos, como mejoras en la calidad de vida, el sueño y diversos parámetros físicos. El ejercicio acuático mostró beneficios en comparación con el grupo de control, especialmente en el bienestar, los síntomas y la condición física. Además, se encontró que el ejercicio acuático tiene ventajas sobre el ejercicio terrestre, excepto en la fuerza muscular. Sin embargo, la calidad de la evidencia fue considerada baja en general. Las revisiones destacaron la importancia de los ejercicios aeróbicos, de calentamiento y enfriamiento, y de relajación en las intervenciones de ejercicio acuático. La calidad de la evidencia de estos estudios era baja.

Terapias de movilización

Algunas revisiones analizaron los efectos de las terapias de movimiento y alternativas (como yoga, pilates, tai chi y chi kung). Se encontraron efectos significativos en la calidad de vida e intensidad del dolor de los pacientes con fibromialgia, con efectos reducidos (para yoga y chi kung), moderados (para tai chi) y grandes (para otras terapias alternativas). Se necesitan más estudios en esta área. Se encontraron diferencias favorables significativas en el sueño, la fatiga, la depresión y la calidad de vida después de las terapias de movimiento, pero no encontraron mejoras en el dolor. Destacaron que el tai chi y el yoga que mostraron mejoras en los síntomas, pero no hubo evidencia sobre la eficacia de chi kung. Algunos estudios han investigado los efectos de la vibración de todo el cuerpo y encontraron mejoras en algunos síntomas de estos pacientes.

Ejercicios múltiples o ejercicios combinados

El texto analiza el efecto de diferentes tipos de ejercicios en pacientes con fibromialgia. Se mencionan revisiones sobre terapias de movimiento y alternativas, ejercicios acuáticos, ejercicios combinados y el efecto del ejercicio en la respuesta inflamatoria. Se encuentran resultados positivos en términos de calidad de vida, reducción del dolor y mejora de síntomas como la ansiedad. Sin embargo, se señala la necesidad de más investigaciones y se destacan algunas limitaciones en los estudios revisados.