El dolor diario que sufre la persona afectada de Fibromialgia es real y limita su actividad diaria. Una nueva técnica, la biomecánica clínica, puede demostrarlo y poner fin a la “incomprensión médica y social” que padecen las personas afectadas, que hasta ahora acudían a los tribunales médicos para valorar la incapacidad porque ninguna prueba utilizada por los médicos certificaba su dolor crónico y generalizado.
La prueba biomecánica utiliza distintas herramientas y programas informáticos para realizar un examen del paciente en movimiento, detectando el dolor y valorando las limitaciones que le provoca.
A diferencia de diagnósticos como análisis o escáneres, revela «alteraciones que no pueden ser bien evaluadas a nivel estático y supone un gran avance para valorar de forma objetiva el menoscabo funcional que provoca en una persona», explica la Dra. Pérez.
A juicio de Espinazo, se trata de «un soplo de esperanza» para las personas afectadas de Fibromialgia. «Se ponía en entredicho su dolor y sus limitaciones. Ahora se pueden confirmar». Así, esta nueva técnica podría prevenir su «peregrinación de meses e incluso años» por los distintos especialistas hasta lograr un diagnóstico acertado. «Actualmente, los profesionales del Sistema Navarro de Salud no cuentan con una prueba que detecte la enfermedad y las personas afectadas tienen que luchar para que se tomen en serio unos dolores que le impiden tener una vida normalizada. Esta nueva técnica muestra el dolor y las limitaciones del paciente son reales, lo que acelera el diagnóstico»
Pero sobre todo, la prueba puede poner fin a la «lucha» de la persona afectada en los tribunales médicos para lograr una incapacidad o una invalidez. «. «Si el paciente dice que le duele y no puede trabajar, pero el médico no conoce la causa… ¿qué ocurre? Que encuentra muchos problemas para acceder a una baja o una incapacidad. El resultado es que muchas personas deciden tirar la toalla y dejar el trabajo, perdiendo todos sus derechos laborales. La nueva prueba detalla de forma objetiva las limitaciones para realizar movimientos habituales, mostrando si el paciente está en condiciones de trabajar o no», explica Espinazo.
Espinazo confía que esta prueba «elimine» el principal síntoma de la Fibromialgia, «la incomprensión médica y social» que padecen. «Aunque todavía no haya llegado a los hospitales, la técnica ha demostrado a la comunidad médica que el paciente de Fibromialgia no exagera cuando no puede levantar un vaso de agua sin tener dolor».
Fecha : 17/12/2010